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Comprar una nevera portátil puede ser una excelente decisión si eres de las personas que aman salir de excursión o si realizas largos viajes en tu coche. Las neveras portátiles eléctricas se asemejan mucho a una cava convencional, sin embargo, estas no se limitan únicamente a conservar la temperatura de los alimentos y bebidas, ya que al conectarse a una fuente de alimentación de corriente 12V son capaces de generar suficiente frio para enfriar y conservar alimentos refrigerados.
Empecemos por las más básicas, las que nos pueden resolver de forma eficiente nuestro día a día y que son al mismo tiempo, las más económicas. En esta primera categoría, encontramos neveras de dos tipos: flexibles y rígidas.
Están fabricadas en material textil. El más común es el poliéster 600, impermeable, de alta calidad, que confiere un exterior ligero pero sólido. Para conseguir una buena resistencia térmica y aislante, el interior lleva una capa de polietileno ecubierto por un material plástificado, apto para transportar alimentos. Son ligeras y de tamaño reducido, lo que las hace perfectas para el día a día, para llevar tu almuerzo a la ofi o para excursiones. Agradecerás llevar la nevera colgada del hombro o en tu mochila sin esfuerzo, permitiendo que tus manos queden libres. La capacidad de estas neveras puede variar e ir desde los 5 hasta los 30 litros. Si te decantas por una bolsa frigorífica de gran tamaño, te aconsejamos no llevarla cargada a tope. Resultará muy pesada y acabará siendo incómoda.
Queremos dejar claro que estas neveras no enfrían por sí solas, solo conservan la temperatura de los alimentos, que previamente deberemos haber enfriado. Si además quieres que se mantengan frescos durante más tiempo, tendrás que añadir unos complementos llamados acumuladores de frio o enfriadores.
Son las típicas neveras de playa, ideales para jornadas al aire libre. Hablamos de unas dimensiones y peso mayores que las anteriores, con capacidad desde los 5 hasta los 110 litros aproximadamente: las de tamaño medio pueden pesar hasta 2 kg en vacío. Visualmente son cajas isotérmicas de plástico con asa de transporte, dotadas de un compartimento con tapa donde colocar los alimentos.
En cuanto a materiales empleados para su fabricación contamos con: una capa exterior de PVC o de Polipropileno (este ultimo ha demostrado mayor resistencia a factores externos tales como temperatura, golpes y rayos UV) y un revestimiento interior que suele ser de Porexpan o de Poliuretano (este material asegura una mayor calidad en el aislamiento).
Si comparamos este tipo de nevera con los modelos más flexibles, es justo reconocer que, gracias a sus materiales, mantienen el frio durante más horas. Dentro de esta categoría, podemos distinguir entre modelos tipo baúl y modelos con ruedas.
Tal y como sucede con las neveras anteriores, podemos añadir acumuladores de frio (o bien cubitos de hielo) ya que la mayoría de estos modelos están equipados con una válvula de salida para evacuar el agua.
Son bloques rígidos o flexibles rellenos de un liquido refrigerante (no tóxico y perfectamente apto para uso alimentario), que sirven para conservar o refrigerar alimentos frescos durante más tiempo.
Estos bloques refrigerantes son de fácil utilización. Solo hay que congelarlos la noche anterior y ya estarán listos para usar.
Además son reutilizables, se pueden lavar en lavavajillas y tienen la ventaja de comercializarse en varios tamaños, lo que facilitará encontrar uno que se ajuste al tamaño de tu nevera.
No estamos hablando de frigoríficos conectados a internet, sino de neveras portátiles eléctricas que se enchufan a una red eléctrica., ya sea convencional o mediante toma 12v de vehículo. Para los que quieren disfrutar al máximo de su tiempo libre, sin tener que preocuparse ni estar pendientes de substituir el hielo, esta nevera puede ser una muy buena opción. Su tamaño te permitirá transportarla fácilmente y los buenos resultados que dan, las hacen muy adecuadas tanto para camping como para llevarla como nevera para coche.
Estéticamente son muy similares a las neveras de playa rígidas, pero con algunas diferencias. Lo mas destacable es que, no solo actúa como nevera generando frío, sino que cuenta con una función adicional que permite calentar alimentos. Según marca y modelo podrían llegar a refrigerar hasta unos 20ºc por debajo de la temperatura ambiental y mantener o calentar a unos 50ºc por encima de dicha temperatura. Cuando hablamos de “enfriamiento según temperatura ambiental”, nos referimos a que la temperatura de nuestra nevera siempre dependerá de la temperatura exterior. Por ejemplo: estando a 40ºc en una playa, la temperatura mínima que deberíamos lograr será de unos 20ºc. Otra particularidad reside en la inclusión de un panel de control, que nos permite elegir entre varios modos dependiendo del modelo: Botón ON-OFF, función MAX, función MIN y algunos modelos incluyen un modo nocturno. El modo nocturno permite reducir el ruido de los ventiladores, lo que lo hace especialmente interesante si se duerme cerca de la nevera. Algunos modelos de nevera eléctrica cuentan con un modo nocturno… que permite reducir el ruido de los ventiladores durante la noche.
Para los revestimientos, los fabricantes suelen optar por el Polipropileno junto con un aislamiento de Poliuretano PU. La eficacia de ambos está más que demostrada, al tratarse de materiales muy resistentes al desgaste y de gran eficiencia aislante. Para el compartimento de los alimentos, añaden una capa de protección antimicrobiana. En cuanto a conexiones, la mayoría de las marcas incluyen dos cables; uno con conector de mechero de 12V y otro para toma de corriente de 220V CA (corriente alterna) y, los modelos más nuevos, incluyen una toma USB. Conviene recordar que tienen que estar constantemente conectadas para producir frio. Dentro de esta gama, también existe bastante variedad de capacidad.
Referente a peso y para que te hagas mas o menos una idea, hablamos de un peso medio que va desde los 3.5 kg para los modelos de 24L/25L hasta los 5kg de los de 30 L (peso en vacío).
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