ALMOHADILLAS ELECTRÓNICAS

Tipos de Almohadillas Eléctricas:

Dependiendo del tipo de dolencia o molestia que necesites atenuar o aliviar, hay unas almohadillas que te vendrán mejor que otras.

1. Almohadilla eléctrica clásica
2. Almohadilla eléctrica cervical
3. Almohadilla eléctrica lumbar

Almohadilla eléctrica clásica

Estas son las almohadillas de toda la vida, en forma cuadrada o rectangular, y que están destinadas a un uso más bien general.

Su forma te permite utilizarlas tanto para cubrir las zonas de la espalda (cervical, dorsal o lumbar) como para otras partes del cuerpo: hombros, brazos, abdomen o piernas.

Almohadillas cervicales y lumbares

Por otra parte, estarían este tipo de almohadillas eléctricas destinadas a un uso más específico.

Estas almohadillas cuentan con un diseño ergonómico optimizado para cubrir de forma más eficiente las lumbares y/o cervicales.

• Las almohadillas eléctricas cervicales tienen una estructura en forma de capa y suelen incorporar sendos cierres en la parte del cuello (normalmente con velcro) y en la zona abdominal para que puedan ajustarse mejor y ser más eficaces.

Estas almohadillas funcionan muy bien a la hora de aplicar calor en la zona cervical, aunque también pueden cubrir parte de la espalda e incluso llegar a la zona lumbar, dependiendo del tamaño de la almohadilla.

• Las almohadillas eléctricas lumbares tienen forma de faja o cinturón y están destinadas únicamente a aplicar calor en esa zona.

¿Qué tipo de almohadilla es mejor?

Eso ya depende del gusto de cada uno y de la necesidad concreta que tengas: si es para aliviar algún dolor o relajar alguna zona contracturada o si es para combatir el frío.

Si sufres algún tipo de molestia o dolor en la zona lumbar, por ejemplo, puedes comprar una almohadilla específica para esa zona pero también puedes utilizar una almohadilla clásica.

Dolencias que podemos tratar con el calor que proporciona una almohadilla eléctrica

1. Artrosis cervical
2. Tendiditis
3. Lumbalgias
4. Ciáticas
5. Dolores menstruales
6. Traumatismos

Lesiones: Las almohadillas eléctricas son también  muy útiles para tratar lesiones deportivas, sobre todo antes de los estiramientos o para aliviar espasmos. Eso sí, si la vamos a utilizar sobre lesiones, debemos que tener en cuenta que el calor no debe ser utilizado justo después de producirse la lesión.

Nivel de Calor de una Almohadilla Eléctrica

Una vez tengas claro cuál es el tipo de almohadilla que más te conviene, vamos a centrarnos en las diferentes funciones que ofrecen.

Uno de los aspectos que más valoran las personas que van a comprar una almohadilla eléctrica es la intensidad de calor que proporciona.

Potencia: La máxima potencia que puede tener una almohadilla eléctrica son 100/110 vatios (w). Cuantos más vatios tenga la almohadilla en cuestión más intensidad de calor será capaz de generar.No obstante, y teniendo una potencia similar, hay unas almohadillas que calientan algo más que otras. ¿Cuál es el motivo? Pueden ser varios:

• El material y espesor de la funda: dependiendo de las características de la funda que cubre el cuerpo interior de la almohadilla, la propia fuente térmica, podría despedir el calor con mayor o menor fuerza al entrar en contacto con la piel o con la ropa.
• La calidad de la almohadilla: evidentemente, cuanto mayor es la calidad que ofrece una marca más eficaz es el funcionamiento de la almohadilla eléctrica y mejor cumple la función para la que ha sido creada.

Las almohadillas eléctricas que encontrarás en esta web son las que tienen una mejor relación calidad-precio y las que gozan de mejores opiniones por parte de las personas que ya las han comprado.

Niveles de temperatura de las almohadillas eléctricas

Algo en lo que también debes fijarte a la hora de comprar una almohadilla eléctrica es en los niveles de calor con los que cuenta.

Dependiendo de la marca y el modelo, hay almohadillas eléctricas que cuentan con más o menos niveles de temperatura (normalmente tienen entre 3 y 4). Cuantos más niveles de temperatura tenga la almohadilla con mayor precisión podrás regular la intensidad del calor y, por tanto, adaptarla mejor a tus necesidades.

Todas incorporan un mando desde el que podrás seleccionar de una forma sencilla la temperatura que desees en cada momento.

Puntos a tener en cuenta antes de comprar una almohadilla eléctrica:

Medidas y formatos: La clave  a la hora de elegir una almohadilla eléctrica es el tamaño y el formato más adecuado para el tipo de dolor que vamos a tratar. Existen almohadillas especialmente diseñadas para tratar zonas específicas, como las dolencias en la zona lumbar o en la cervical. Ofrecen calor localizado en la zona exacta que necesitamos aliviar. Las almohadillas rectangulares están pensadas para uso general o para el tratamiento de lesiones deportivas.

Seleccion de la Temperatura: El calor tiene una propiedad terapéutica que ayuda a relajar los músculos y aliviar el dolor de la contractura. Pero la percepción y la tolerancia al calor es diferente en cada persona, por eso, es importante contar con un selector temperaturas que nos permita elegir aquella con la que nos sentimos más cómodos.

Distibución del Calor: No todas las almohadillas se calientan igual. Según su tecnología interna lo hacen en más o menos tiempo y de forma más uniforme. Además de la rapidez de calentamiento, es importante que este calor se distribuye homogéneamente por toda la superficie. Este pequeño detalle nos garantiza que el calor llega perfectamente a la zona que queremos tratar, cuando la utilizamos. Además, una buena almohadilla eléctrica debe contar con un sistema de monitorización en toda su superficie que mantenga la temperatura constante durante todo el tiempo de uso.