PULVERIZADORES

¿Quieres comprar un pulverizador de jardín o un pulverizador ágricola para huerto?

Si tienes un huerto en casa y necesitas una herramienta de jardinería eficaz para el control de plagas, puedes adquirir uno de los pulverizadores que te ofrecemos en nuestra tienda online de jardinería. 

Tipo de pulverizadores de jardín y agricolas que puedes comprar en Ferreidea

Lo primero que debes conocer es qué tipo de pulverizador necesitas antes de hacer una inversión. Es difícil acertar con el pulverizador que realmente te será de utilidad si no conoces la diferencia entre los modelos que existen actualmente y, sobre todo, cuál es tu necesidad real. Por ejemplo, ¿qué tipo de plantas necesitas cuidar?, ¿son flores o es un huerto?, ¿la flor es delicada o requiere de agua a chorros?, ¿necesitas fumigar o tan solo regar con agua? y ¿tienes un huerto pequeño o uno grande?

¿Cuántos tipos de sulfatadoras hay?

Si nos olvidamos de las grandes sulfatadoras para agricultura que se enganchan en pequeños o grandes tractores nos quedan aquellas que llevamos a la espalda para pequeñas producciones o simplemente para uso «doméstico». 

Dentro de la gama de sulfatadoras de mochila o pulverizadores tenemos 3 tipos principales: 

1. Sulfatadoras Manuales: Las más baratas y sencillas (no por eso las peores)
2. Sulfatadoras Eléctricas: el mecanismo de impulsión funciona con un motor y una batería.
3. Sulfatadoras Gasolina: el mecanismo de impulsión funciona con un motor de gasolina.

Comprar pulverizador manual:

Es el modelo más simple y económico, ya que se compone de un gatillo en forma de pistola y un depósito con determinada capacidad y es la opción ideal para los huertos pequeños o macetas en terrazas y pequeños jardines. Se puede utilizar tanto en exteriores como interiores y suelen ser bastante compactos, lo que facilita su almacenamiento posterior al uso. 

• Estos sulfatadores son de pequeña capacidad. Rondan los 2 litros porque más peso supone incomodidad y cansancio para el brazo.
• Tienen una boquilla regulable para hacer más fina la gota de salida en función de lo que queramos aplicar.
• El sistema es sencillo. Llevan una cámara de presión donde está contenido el líquido y un émbolo en la tapa que va metiendo aire para aumentar la presión. Simplemente accionando el gatillo, liberamos la presión introducida sacando el líquido pulverizado. 
• La desventaja de estos pulverizadores es que hay que bombear muy a menudo para mantener una presión que enseguida cae. 

Son ideales para pequeños huertos de jardín o ciudad. Yo tengo un huerto de unos 15 m2, un par de grosellos y arándanos y me va fenomenal.

Comprar Pulverizadores de mochila:

Suelen tener un aspecto similar a las mochilas para el colegio, ya que cuentan con dos cintas que te permiten llevarlo a la espalda y así tener una mano desocupada al utilizar la manguera o lanza, la cual suele ser larga, permitiéndote alcanzar las zonas más difíciles y estar fabricada en acero inoxidable. Una de las principales ventajas de este modelo es que al poder llevarla con facilidad en la espalda, podrás desplazarte mayor distancia y cargar mucho más producto en su depósito, por lo que este tipo de producto suele ser adquirido por los usuarios que tienen jardines de grandes dimensiones.

Comprar Pulverizadores de presión previa:

Los cuales destacan por contar con un sistema de bombeo que permite la aspersión del agua o producto. Este sistema puede ser tanto manual como eléctrico y se basa en comprimir el aire hasta el punto indicado para que, cuando presiones el gatillo, el contenido del depósito salga por la boquilla con la fuerza necesaria. Tienen un cierto nivel de autonomía tras el bombeo y suelen ser utilizados comúnmente en al ámbito profesional.

Materiales de fabricación del pulverizador

Cuando estás por elegir un nuevo pulverizador, el aspecto del material con el que está fabricado toma mucha importancia, ya que de nada serviría un producto muy barato pero que al mínimo golpe se rompa o deje de funcionar correctamente. Es por esto que los fabricantes han puesto a disposición modelos fabricados con varios tipos de materiales, siendo los de plástico como polipropileno los más comunes que puedes encontrar. También los hay de aluminio, sin embargo suelen ser más costosos y pensados para utilizar en ciertas ocasiones.

Es importante que tengas en cuenta que por más que quieras ahorrarte algo de dinero, es necesario que el material con el que está fabricado el pulverizador sea resistente y cuente con las gomas apropiadas para evitar que se derrame del contenido a través de las juntas o uniones entre los componentes.

Tipo de boquilla del pulverizador

Otra característica técnica que determinará la usabilidad del pulverizador frente a varios tipos de plantas es la fuerza y forma del chorro de agua, ya que existen plantas que no resisten un chorro de agua muy fuerte, por lo que se debe pulverizar el agua mucho más. Por el contrario, también existen huertos y plantas que lo que necesitan es una mayor cantidad de agua en sus raíces, por lo que si el agua está muy pulverizada, no tendrá ningún efecto real ante esa planta. Hay productos químicos como herbicidas, fertilizantes, fungicidas, entre muchos otros, los cuales tienen distintos niveles de espesor, por lo que no saldrá expulsado con facilidad por determinados tipos de boquillas. En este sentido, es importante que mires atentamente la boquilla y su posibilidad de ajuste para conseguir distintos tipos de aspersión.

¿Cómo utilizar un pulverizador de Jardín?

Abre el depósito de tu pulverizador y agrega agua hasta la mitad y la cantidad de herbicida que necesitas aplicar según las indicaciones del fabricante y cierra bien la tapa del depósito. Ajusta la boquilla del pulverizador hasta conseguir el patrón de rociado que requieres según el tipo de planta y forma de aplicación del producto. Considera que algunas flores son muy delicadas, por lo que necesitarás hacer un rociado suave y con patrón ancho. Ahora, si tu rociador funciona con presión, necesitarás hacer bombeo para que pueda salir el producto con suficiente fuerza.

Procede a rociar las plantas o el huerto cuidadosamente de manera que todas las zonas queden cubiertas con el producto, bombeando cada vez que haga falta con la mano, a menos que tu pulverizador utilice baterías o sea de mano con gatillo.  

¿Cómo funciona el pulverizador de agua a presión?

Los pulverizadores a presión, conocidos también como pulverizadores de presión previa, son herramientas muy útiles para cuidar los huertos de todo tipo. Estos modelos pulverizan el contenido de forma continua sin que debas continuamente apretar el gatillo de rociado. Básicamente, necesitas aumentar la presión del pulverizador mediante bombeo manual o automático, si el pulverizador utiliza baterías. Para utilizarlos, únicamente necesitarás rellenar el depósito con la mezcla de agua y el químico que vas a usar y darle presión bombeando con el pulsador superior, para finalmente presionar el gatillo hasta que vuelvas a necesitar aumentar la presión del depósito.

¿Cómo limpiar un pulverizador?

Es importante mantener siempre limpio el pulverizador antes de darle uso, debido a que se suele utilizar con diversos productos químicos nocivos que no se aconseja mezclar, ya que podría generar gases contaminantes tóxicos y peligrosos para el ser humano. Para evitar todo tipo de peligro, lo primero que debes hacer es limpiar bien el depósito del pulverizador con agua únicamente y empezar a esparcir o pulverizar en áreas alejadas a las plantaciones para que el conducto y el aspersor queden sin residuos de químicos anteriores.

¿Cómo desatascar un pulverizador?

Entre las técnicas más comunes para desatascar un pulverizador obstruido, se recomienda retirar la parte superior del pulverizador del resto de los componentes como el depósito, teniendo cuidado de hacerlo sin romper el mecanismo y únicamente siguiendo los pasos indicados por el fabricante. Si tu modelo es un pulverizador de mano, lo que debes hacer es desenroscar el cabezal, en cambio, si el pulverizador es industrial, deberás hacerlo con más cuidado.

Seguidamente,  sumerge el mecanismo del pulverizador que está obstruido en un recipiente con agua caliente y deje remojando la boquilla del pulverizador durante algunos segundos para poder desatascar el conducto. Luego, utilizando la punta de alguna aguja de coser o alfiler retirando con cuidado cualquier residuo que haya en la boquilla del pulverizador.

¿Cómo arreglar un pulverizador?

Para solucionar algunos de los problemas más comunes que presentan los pulverizadores se presentan varios métodos genéricos que puedes poner en práctica según el desperfecto. Por ejemplo, se suele colocar un poco de vaselina al gatillo para facilitar su funcionamiento. Si empiezas a perder presión, se sugiere asegurar la tuerca de presión en donde se conectan la manguera con el tanque de agua. Por último, si la mezcla que utilizas se devuelve al cilindro, deberás limpiar la válvula de retención retirándola y limpiándola con un trapo limpio pero, si el problema persiste, habría que cambiarla.

¿Cómo rellenar un pulverizador?

Para rellenar un pulverizador, dependerá en gran medida del tipo o modelo que poseas, ya que se diferencian mucho entre los pulverizadores de mano con los industriales. Independientemente del modelo que tengas, lo que debes hacer es retirar la tapa del depósito con mucho cuidado y siempre siguiendo la dirección e indicaciones del fabricante. Al tener el depósito abierto, procede a agregar la cantidad de agua que necesitas y luego la cantidad de químico según la concentración que precises. Por último, cierra la tapa asegurándote que quede bien ajustada para evitar el derrame imprevisto.

¿Cómo hacer un pulverizador casero?

Podrás encontrar varios métodos realmente sencillos para fabricar tu pulverizador casero. Uno de ellos se trata en utilizar un envase vacío de plástico e introducir una manguera por su boca, cerrándola muy bien con alguna cinta adhesiva. Luego abre una pequeña perforación en la parte de abajo del envase de plástico por donde entrará el agua. Al extremo contrario de la manguera coloca una malla bien sujeta para que el agua que salga por ella se disperse o pulverice bien. Por último, llena el recipiente de agua y voltéalo para que el agua salga por la manguera.