FELPUDOS ENTRADA

¿Quieres comprar un felpudo para la entrada de tu puerta?

El felpudo es más que una simple alfombra en la entrada de un edificio o en la puerta de tu casa. Es tu carta de presentación, define tu personalidad y qué les espera a tus invitados al cruzar la entrada. Los felpudos pueden dar muchas pistas de la gente que habita detrás de la puerta.

¿Qué son los felpudos?

La diferencia entre un felpudo y una alfombra, radica en el uso que se le va a dar. Por regla general, los felpudos son alfombras de exterior diseñados para atrapar la suciedad del calzado antes de entrar en casa, secar el mismo, y evitar resbalones y caídas. Suelen colocarse en las entradas de los edificios frente a las puertas.

Dado su alto uso, suelen estar fabricados de materiales muy resistentes y antideslizantes, normalmente sintéticos o de fibras naturales de coco. Deben ser capaces de resistir el paso del tiempo y sus inclemencias, el trajín de la gente, la lluvia, la nieve, el sol, y todo el maltrato que se les presente (que no suele ser poco).

¿Cómo elegir un felpudo?

A la hora de vestir la entrada de nuestra casa, a todos nos surgen varias preguntas. El felpudo nos representa y decora la entrada; su elección no puede ser descuidada y  en felpudos online te ayudamos elegirlo personalizado.

El felpudo es la decoración del hogar más barata y una de las que más dice sobre ti, por eso a la hora de comprar un felpudo online debes dejarte llevar y que aflore tu personalidad.

No debemos olvidar la función principal del felpudo, que es la de secar el calzado para evitar resbalones, y atrapar la suciedad cuando entramos en casa.  Pero las preguntas que debes hacerte para comprar el mejor tapiz son muy simples:

¿El diseño del felpudo me gusta y me define?

Si la respuesta a esta pregunta es SÍ, ya tienes el 90% del trabajo realizado. Seguro que el felpudo que has elegido es el adecuado.

El 10% restante debe responder a:

¿Dónde vas a colocar el felpudo?

Vives en una casa con la entrada a pie de calle: felpudo de exterior.

Vives en un piso con rellano o la entrada de tu casa no está expuesta a la intemperie: felpudo interior. 

Pero ¿cómo sé qué felpudo es de interior y cuál es de exterior?

Por regla general, el propio felpudo te lo indica con unas etiquetas:

Cabe destacar que los felpudos de exterior sirven perfectamente para el interior así que, si no encuentras tu diseño de felpudo original para interior, tampoco te comas demasiado la cabeza: compra un felpudo de exterior y ponlo dentro.

Tipos de felpudos

Podemos clasificar los felpudos según: El uso que se le vaya a dar, las fibras con las que está fabricado y su mantenimiento.

El uso del felpudo:

Exterior: Felpudos muy resistentes de materiales sintéticos o plásticos capaces de soportar agua, nieve y el deterioro por los rayos de sol.

Interior: Son felpudos igualmente resistentes que también suelen colocarse en las cocinas o en las entradas de patios (siempre a cubierto), y suelen fabricarse con fibras más naturales como las del coco.

Según el mantenimiento del felpudo:

Aspirable: Suele ser un felpudo de materiales naturales. Por norma general suelen soltar más fibras.

Fácil limpieza: Son felpudos muy resistentes. Pueden ir a la lavadora sin problema y suelen ser de fibras sintéticas.

Cepillado: Este tipo de alfombras de exterior suelen ser de fibras más cortas y resistentes porque el cepillado es un método agresivo de limpieza, ya que suele utilizar productos “abrasivos” para limpiar la superficie.

Tipo de felpudo según el material:

Fibras naturales: Por su alto potencial a la hora de quitar la suciedad, uno de los materiales más utilizados son felpudos de coco natural; son muy resistentes y válidos para utilizar en el interior de las casas.

Fibras sintéticas: Son los felpudos más resistentes porque suelen encontrarse en el exterior y en zonas con un alto tránsito de gente. Felpudo antideslizante y de fácil limpieza. Pueden imitar la fibra natural del coco sintético, y existen otros felpudos sintéticos de goma.

Material plástico: Es recomendado para su uso en exterior por sus cualidades. Es altamente resistente al agua y a los rayos del sol UV.

¿Cómo limpiar / lavar el felpudo de tu casa?

Con el tiempo, el felpudo de nuestras casas ha pasado de ser una “herramienta” de limpieza que atrapa la suciedad del calzado y evita resbalones y caidas, a un elemento decorativo con mucha presencia y que define tu personalidad. Es lo primero que ves antes de entrar a un hogar y por ello, no debemos descuidarlo y mantener siempre limpio el felpudo de casa.

Como ya hemos comentado, podemos encontrar infinidad de diseños hechos con fibras de coco natural o sintética, de goma y materiales plásticos. Felpudos que nos dan la bienvenida al hogar y nos hacen sonreír con frases como: «Si me queréis irse», «Trae cerveza», o la tan famosa frase de Juego de Tronos: «Hold the door». Un felpudo debe ser divertido; es un elemento cargado de personalidad a través del cual nos podemos expresar: somo frikis, serios, originales, divertidos, graciosos, modernos, clásicos, nos gusta el cine, nos gusta una serie… Por ese motivo, no debemos descuidar el felpudo que con tanto orgullo hemos comprado, y por eso os vamos mostrar cómo limpiarlo:

Te ofrecemos diferentes formas muy fáciles para limpiar el felpudo de tu casa:

• Con el aspirador. Es el método más cómodo y práctico para limpiarlo, por lo general una vez a la semana, ya que en los felpudos se suele acumular mucha suciedad. Es el único método recomendado si tu felpudo es de fibras naturales. 
• Amoníaco y cepillo. Elimina muy bien la suciedad y las bacterias del felpudo. Lo primero es sacudirlo para eliminar todo el polvo. De este modo, evitaremos pegotes de suciedad.  En un cubo con agua mezclamos amoníaco diluido y jabón; ¡a frotar se ha dicho! Dejamos
• Sacudir el felpudo. Es el método tradicional más utilizado en todo el mundo; rápido, barato y ecológico.
• También se pueden limpiar con un cepillo empapado con un detergente neutro y agua. Después tendremos que dejarlo secar al aire.
• Bonus track. Posos de café para limpiar el felpudo: Una técnica muy buena para la limpieza de los felpudos son los posos de café y es tan simple como esparcir por encima de la moqueta los posos del café que te has tomado por la mañana. Con un cepillo, cepillaremos enérgicamente hasta retirarlos aunque, eso sí, después deberemos barrer o aspirar todo los restos que queden.

Queda terminantemente prohibido meterlo en la lavadora porque suele deshacerse en el interior y deteriora el aspecto. La única excepción va dirigida a los felpudos de interior, más parecidos a una moqueta o alfombra. Estos sí los podremos meter en la lavadora sin problemas.