PALAS PARA JARDÍN

¿Quieres comprar una pala de jardinería?

Las Palas son herramientas de mano que se emplean para excavar o mover materiales.

Su estructura es muy simple, puesto que consta básicamente de una superficie plana con una ligera curvatura, que se emplea para cavar en la tierra y transportar el material.

También cuenta con un mango de metal o madera con el que puede manejar el utensilio con facilidad. La parte lisa de ésta suele ser metálica, y el mango termina en un asa, que puede ser recta o curva. Esto sirve para que se pueda ejercer una mayor fuerza con la mano.

La pala de jardinería se emplea para plantar, arrancar raíces, excavar zanjas, así como para otras tareas. Hay diferentes modalidades, por lo que deberás elegir una u otra, dependiendo de la actividad que quieras desarrollar en cada momento.

Tipos de palas para el jardín que existen

1. Hay palas de punta redonda. Ésta está destinada a excavar, puesto que tiene el extremo redondeado ligeramente en la punta. Esta forma lo que hace es facilitar su entrada en la tierra. Por otra parte, están las de punta cuadrada. Está pensada para recoger y cargar materiales. Se diferencia de la anterior en que tiene el extremo plano y una mayor superficie.
2. Otra variante de palas es la denominada pala de 'zapa'. Es parecida a la de punta cuadrada, pero un poco más estrecha en el extremo. Esto hace más sencillo introducirla en la tierra, por lo que se suele utilizar para cavar, sobre todo.
3. Por último, están las palas de trasplantar. Éstas se caracterizan porque son estrechas y tienen el extremo redondeado, aunque acaba en punta ligeramente. Por lo general, su mango es corto, con el fin de que se pueda manejar con una sola mano.

Consejos para comprar una pala de jardín para cavar

Para comenzar, es necesario que sepas que en el mercado te vas a encontrar una gran cantidad de palas de jardín. De ahí que sea imprescindible tener claro para qué se va a usar. Y es que en base a ese criterio se deberá elegir la idónea teniendo en cuenta criterios y señas de identidad tales como estos que te presentamos a continuación. Toma nota:

1. El mango que posee, del que dependerá su facilidad y comodidad de uso. En concreto, hay que exponer que, por regla general, están fabricados de madera o de fibra. Los de madera hacen que la pala sea más económica pero también menos resistente, al contrario que los segundos que son más duraderos y más caros.
2. La ergonomía que tiene la empuñadura del mango. Esta se deberá elegir por cada usuario pues a cada persona le resulta más cómoda una u otra. En concreto, lo habitual es que haya tres tipos a la venta: la larga y uniforme, la de clase muleta con forma de T y la de anilla o tipo D. Esta última, eso sí, es la más vendida.
3. El tamaño de la pala también es necesario tenerlo en cuenta. En concreto, debe tenerse de referencia tanto para que se ajuste a las características físicas de la persona que la va a usar así como a las labores a acometer.
4. La forma de la pala es otro aspecto a tener en consideración ya que se deberá optar por una otra en base a las tareas que se pretendan realizar en el jardín. Así, las cuadradas son idóneas para recoger o trasvasar escombros o tierras; las de punta redonda son idóneas para excavar y las de planas son las perfectas para perfilar la tierra o trasplantar.
5. El material con el que está hecha también es fundamental tenerlo como criterio para comprar un modelo u otro. Cada material ofrecerá una ligereza o una resistencia diferentes. Las más habituales son de acero, plástico o aluminio